El asesinato del máximo jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh, en un ataque atribuido a Israel, en Teherán, la madrugada del miércoles, alejó las negociaciones para un alto el fuego.

Aumentó a 39.550 el número de palestinos asesinados por la ofensiva israelí en la Franja de Gaza, iniciada el 7 de octubre pasado, entre ellos figuran más de 16.300 niños, informó el Ministerio de Salud gazatí.

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Asimismo, ascendió a 91.280 la cifra de heridos tras los constantes ataques y bombardeos. La mayoría de las víctimas son mujeres y menores de edad.

De acuerdo al ente sanitario, “las fuerzas israelíes mataron a 30 personas e hirieron a otras 62 en dos masacres contra familias en las últimas 24 horas”.

Se prevé que la cifra de fallecidos sea mayor, ante los miles de cuerpos que aún continúan bajo los escombros, mientras las fuerzas de ocupación israelíes obstruyen el movimiento de las ambulancias y los equipos de defensa civil.

En la ciudad de Gaza, al menos 21 personas murieron en la última jornada, donde los barrios de Tal al Hawa y Zaytun han sido los principales blancos de los ataques israelíes.

La escasez de combustible, agua potable, comida y medicamentos, además de la proliferación de algunas enfermedades como la hepatitis, hacen que empeore la situación en ese territorio.

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